jueves, septiembre 17, 2009

Cita con el Doctor Simionkey

-Bueno doctor, dígame, ¿todo bien?

El simio contempla cejifruncido los exámenes mientras se rasca la barbilla con sus largos y peludos dedos. Se saca un piojo de la mejilla, lo contempla por un segundo, lo mastica indiferente, se ajusta la bata blanca como el pelaje del yeti, levanta una larga pata felpuda sobre el escritorio, coge con habilidad simia un recipiente lleno de bananitas dulces, de selváticos colores, y lo estira hasta mi. Dudo un momento ( no por que no me gusten los dulces de bananitas de selváticos colores, me fascinan, sino por sus uñas negras a medio masticar que rozan los dichosos dulces, y esa pulga suicida que esta a punto de lanzarse desde su dedo al recipiente), cojo una de color rojo anaranjado, la contemplo nervioso (las enfermedades estrambóticas me quitan el apetito) y siento un escalofrió recorrer mi espalda al cruzarme con sus ojos negros clavados en los míos, semiocultos bajo su cejifruncido ceño. El dedo gordo de su otro pie esta hurgando incansablemente en su orifico nasal. El silencio se vuelve ensordecedor mientras el sudor frió empieza a perlar mi frente. Suspira profundo, contempla el verde contenido de su nariz yacer sobre su dedo, lo apelmaza con el dedo índice mientras lo olfatea, haciendo círculos concéntricos con maestría divina, lo contempla nuevamente, esta vez en su estado esférico, lo recoge con la punta de la lengua y lo devora sin compasión. Trago saliva, el se acomoda los lentes y hunde sus ojos negros en los exámenes nuevamente.

-Le sugiero que se coma la bananita, es de sabor naranja plátano, mi favorita. Le endulzara la noticia.

Tomo un largo trago de saliva, introduzco la bananita en mi boca y la comienzo a chupar. Para mi sorpresa, es más parecida a un toffie que a un caramelo. Pronto la tengo pegada en la muela del juicio (Nunca me las saque, por eso tengo los dientes chuecos. El doctor dijo que le daba a mi boca personalidad, y definitivamente tengo una mordida única. No puedo comer choclo). Me observa como ave de rapiña, los ojos negros torvamente incrustados bajo su cejifruncido ceño.

- Debe chuparla, no mascarla, si no se le pegara en las muelas y lueg...

- ¡¡¡¡¡DIGAME DE UNA VEZ QUE CARAJO TENGO, SIMIO HEDIONDO!!!!!!

-¡¡¡¡¡.....!!!!! Bueno pero no se enoje.....UD sufre de MONOnucleosis. Y lo de simio hediondo no era necesario, me lamo los genitales todas las mañanas y todas las noches.

- ¿La enfermedad del beso?

- No señor, esa es la mononucleosis.

-¡¿................?! ¿Y cual vendría siendo la diferencia, si me puede UD ilustrar???

- ¡¡¡OBVIAMENTE LA FORMA EN QUE SE ESCRIBE, ENGENDRO ABORTADO DEL DARWINISMO!!!! Me lleva el chanfle...

- ¿¡Como que engendro abortado del darwinismo!?

- Por lo de simio hediondo, UD sabe, ojo por ojo, tuerto los dos.

-Ah...ok. ¿Y esta mononucleo...?

-¡MONOnucleosis!

- Perdón, MONOnucleosis..... ¿Es algo muy grave?

Trago copiosamente saliva. Un hilillo de sudor humedece mis axilas. La bananita dulce parece perder sabor. El Doctor me mira severamente, deja los exámenes sobre el escritorio, apoya los codos en el mismo, junta las manos y tamborilea los dedos largos y peludos, unos contra otros. El retumbar de las yemas inunda mis oídos, mientras imagino mi funeral al ritmo del reggeaton, una tarde soleada, con muchos tambores, flores perfumadas, champaña y bananitas dulces de colores selváticos. -"Que bueno que se murió"-dice un invitado-"era terrible escuchar sus chistes, mas de una ves pensé que me mataría del aburrimiento"- la gente ríe pitucamente. -"Lo peor de todo, es que se andaba tirando peos por todos lados, pensando que nadie lo notaba, dejando todo pasado a una mezcla entre fosa séptica y pachulí"- ríen y celebran y se emborrachan con champaña, alegres por que me he ido y no podré volver jamás. Dentro del ataúd, vestido como bebe con pañales rosados, araño la tapa del féretro hasta hundirme en a oscuridad.

Una gota de sudor frió resbala por entre mis nalgas, cuadradas de tanto estar sentado. Seguro me iré a casa con la silla marcada en las posaderas.

- No.

- ¿Perdón?

- Lo perdono, pero que no se vuelva a repetir.

-Gracias.

- No hay de queso, no más de papa.

El simio se acomoda los lentes, sube sus pies sobre el escritorio, se reclina sobre la silla haciendo chirrear el cuero con sus nalgas rojas, cruza los brazos tras la nuca y me dice:

- No es grave, no morirá, así que no se asuste. Tampoco se le ocurra sacar otra bananita, es solo una por paciente, mire que no me las regalan.

Suspiro aliviado. Se me suelta el esfínter y se me arranca un gas. Me cuesta distinguir el aroma a pachulí entre tanto olor a fosa séptica.

- Eso si le sugiero que vaya olvidándose del rebaje completo y la media pierna, también de su gillette sensor y sobre todo, empiece a hacerle agujeros a sus calchunchos y pantalones.

- ¿Que quiere decir con eso?

-Lo que escucho, la MONOnucleosis es una rara enfermedad, parecida al síndrome del hombre lobo, solo que absolutamente mas cool, y con un severo antojo por las bananas y los plátanos, naturales y fritos. Básicamente es una corrección genética que curará los desastres que la evolución darwiniana género en su organismo.

-¡.........!!!! En chileno por favor...

- ¡Que te vai a transformarte en mono!

-¡¡¡¿ME VA A CRECER COLA?!!!!

- Con un poco de suerte...

- ¡¡¡¡¿Y CON MALA SUERTE?!!!!!

- Un poto colorado, como el mió.

2 comentarios:

jfhurtado dijo...

WOW! Te paso eso? Yo hay dias que siento que la cola se me va a salir!

Mantoscuro dijo...

hoy por hoy, lo considewron una buena noticia...la cola sirve pa un monton de cosas utiles, como sobarse las bolas mientras uno maneja...