martes, abril 18, 2006

GIGANTOPHITECUS: REY SIMIO



Recientes pruebas paleontológicas demuestran que el mayor simio de todos los tiempos pudo coexistir con los hombres. Sus huesos fueron descubiertos en Asia a inicios del siglo XX y el cinesta M.C Cooper se inspiró en su existencia para crear a King Kong en 1933. Inclinémonos ante el verdadero Kong.
Desde los albores de la prehistoria ha comenzado a emerger la silueta del más grande primate que jamás ha existido. Se trata del Gigantopithecus blackii, cuyas dimensiones debieron de impresionar a los primeros seres humanos modernos que habitaron en lo que hoy es China. Se conoce esto después de lograrse fechar la época de la existencia de algunos de los pocos restos fósiles del primate que se han recuperado, informó la universidad de McMaster en Ontario, Canadá.
El primate más grande que ha existido, vagaba por Asia suroriental casi 1 millón de años antes de que la especie humana saliera de África hace 100 mil años. Esta época era conocida como el período Pleistoceno, momento en el cual los seres humanos habían existido ya por 1 millón de años.
De acuerdo con Jack Rink, quien pudo fechar los restos fósiles, "un pedazo que faltaba del rompecabezas se ha centrado siempre en la localización de cuándo existió el Gigantopithecus".
"Éste es un primate que coexistió con los seres humanos en un momento en que los seres humanos experimentaban un cambio evolutivo importante. La provincia de Guangxi en China meridional, en donde los fósiles de Gigantopithecus fueron encontrados, es la misma región donde algunos creen que se originó la raza humana moderna".
La investigación del Gigantopithecus blackii comenzó en 1925, cuando el paleontólogo holandés G.H. von Koenigswald descubrió una muela amarillenta entre los "huesos del dragón", para la venta en una farmacia de Hong Kong.
La medicina china tradicional mantiene que los huesos del dragón, los huesos y dientes básicamente fósiles, poseen energías curativas cuando los se muelen en un polvo fino y se ingieren.
Por casi 90 años, el Gigantopithecus ha cautivado a los científicos, que han armado una descripción usando nada más que un puñado de dientes y algunos pequeños huesos.
"El tamaño de estos especímenes —la corona de la muela, por ejemplo, mide alrededor de dos centímetros y medio, nos ayuda a entender el tamaño extraordinario del primate", dice Rink.
Los estudios de los fósiles revelan que el Gigantopithecus era un herbívoro, que consumía principalmente bambú.

Algunos creen que el apetito voraz del primate para el bambú lo colocó en última instancia en un extremo precario de la escala evolutiva contra la competencia humana más ágil.
Mediante modernas técnicas de alta precisión (resonancia de espin del electrón y series de uranio) Rink logró fechar la fecha de existencia del Gigantophitecus, cuyo tamaño superaba los cinco metros de alto. El primate debió pesar más de 500 kilogramos.

Algunos científicos piensan que el Gigantophitecus pudo haber dado origen a la leyenda de pie grande en América, del Yeti en Asia e incluso de los PATAGONES ¡EN EL SUR DE ARGENTINA Y CHILE!